Tras las nubes los disparos

(No hay imagen para esta guerra, nada hermoso existe en ella)

Después de mirar al cielo con esperanza nos sentimos libres por escasos instantes.

Sus pequeños cuerpos empezaron a sufrir las consecuencias, en cuanto descansaron y tomaron conciencia de lo que había ocurrido en sus tempranas vidas, enormes heridas abiertas en silenciosos lamentos.

Había terminado el cuerpo a cuerpo, el dormir con el casco para amortiguar las balas, el vivir atrincheradas, las espaldas rotas y el corazón devorado por las dentelladas de la eterna alerta.

Un año de intranquila tregua y de nuevo al frente, donde la guerra la ganó esta nueva era que vemos todos los días en los telediarios, si eres soldado y además mujer.

Simple y llanamente, nos habían robado las armas antes de llegar al colosal objetivo.

Todos los cimientos, de lo que hasta entonces pensábamos que podía ser hogar, fueron tragados por la tierra. Miles de bocas abiertas desde el suelo masticándolos uno por uno. Podíamos hasta oír el sonido de los molares desmenuzando cada pilar.

Con la esperanza de un comienzo empezamos a reconstruirnos, a nuestra manera, con nuestros tiempos. Era nuestro el dolor y el daño, de nadie más.

Vivimos en un mundo donde la cura del daño se basa en estadísticas de población. Mete el dolor en un saco y valora el tiempo de cura.

Bien, mal, regular, fatal ¿Quién puede medir eso en personas que están creciendo enfrentadas a algo tan desconocido como es curarse de enormes heridas de guerra, colisionando las unas con las otras al mínimo contacto visual?

Tanto miedo de mirarse y ver el rostro del enemigo que ni terminábamos las frases.

Pacto silencioso de dolor contenido por no contaminar al de al lado.

Un nuevo integrante había venido a la familia, desconocido hasta entonces, la distancia. Fría, cruel y despiadada con el cariño.

«Antes de dar terror mejor no acercarse, mejor no despertar lo que tiene que cerrar porque pueden hacerse daño, más del que tienen ya en el corazón».

(continuará…)

Un comentario

  1. lucesysombras · octubre 2, 2018

    👌

    Me gusta

Deja un comentario